His footsteps echoed when he stepped on puddles, agitated and with tears falling in a hurry down her pink cheeks, had nose bleeding and also many bruises on various parts of her small body.Even their abusers were running behind him, shouted him things that already their ears covered did not understand but it didn't have much that thinking kind of thing said. He had always had abusers who liked to mistreat him. Just I was in elementary school, still did not understand many things, but at the end of that grade began to understand that the only bad thing he did was that he liked the children... "Was that bad?", he wondered, actually he did not see it as nothing wrong, but it seemed that even adults saw him badly, at that moment remembered when I ask a lady friend of his mother "Waa, Souichi-chan that big grown beam, are even more handsome from what I remember, already you have a girlfriend?" to which he replied 'No ", but I like the guy from last grade called Satou". A tape error, the face of confusion from his mother and that Lady disorder it and put it forward, but now that it was already 12 years old and that he knew the reason is you did nothing wrong.-¡No huyas marica!.-Escucho confuso por el sonido de la lluvia que le rodeaba, ese sin duda era aquel hijo de puta llamado Ryu, era el bravucón de su salón y se juntaba con un pequeño grupo de niños que le temían más que lo admiraban, desde que había pasado a ultimo grado de la primaria él y sus amiguitos lo empezaron a molestar más que los años anteriores, y todo por que el rumor de que él le había escrito una carta a su Senpai de ultimo grado y que esa carta era de amor. Fue entonces que él recibiera esos apodos "Marica, Maricón, Puto, Puñal" y demás calificativos irrelevantes a su persona, pero para mala suerte de Souichi, no se redujeron a simplemente llenarlo de tierra su mochila, ni de bañarlo en agua fría ni de tirarle sus cosas, ese ultimo año Ryu había cogido el gusto de acorralarlo y darle patadas y golpes, y cuando murió su mamá hacía uno o dos años no había sido motivo suficiente para apaciguar los golpes o las burlas, incluso eso se volvió parte de sus insultos "Seguro tu mamá murió pensando que eras una desgracia, ¡maricón!".Siguió corriendo hasta que su rostro fue iluminado por la creciente esperanza, una vuelta más en la calle siguiente y llegaría a su casa. Apretó más el agarre que tenía alrededor de su estomago, pues segundos antes de que escapara ellos lo habían acorralado y le golpearon en el hasta que se cansaron y le patearon, y comenzó a correr más, todo lo que pudo, para suerte de él, él era más rápido que ellos, los años en la primaria le habían servido para tener esa cualidad que hasta el momento le era de gran ayuda. No importo que se mojara los zapatos por dentro, ni que su mochila que cargaba en su espalda se llenara de lodo que aveces salpicaba cuando saltaba en los charcos, ni mucho menos que la sangre perdida le fuer debilitando cada vez más, ni que sus gafas redondas estuvieran cuarteadas y que no pudiese ver lo suficientemente bien, tenía que llegar por lo menos al jardín para sentirse a salvo de Ryu y de sus amigos maleantes.Y aumento su velocidad y justo cuando iba a llegar se tropezó con un bache, una vez en el suelo, miró el agujero donde su pie se quedo atrapado y maldijo en todos los idiomas que conocía por el momento (Japones solamente), diviso a sus atacantes lejos pero que se acercaban con velocidad, recogió sus cosas lo más rápido que pudo y una vez ellas en su mochila un poco maltratada comenzó a correr un poco más ya incluso sabía cuantos pasos tenía que dar para pisar el patio y recorrer la puerta. 10, contaba mientras caminaba a pesar del dolor que de pronto su tobillo sentía 9, comenzaba a escuchar la voz rasposa de Ryu acercándose un poco más, 8 su respiración parecía que dejaba de funcionar y el aire se le escapaba de los pulmones antes incluso de llegarlo a rosar, 7 las pisadas ajenas a las suyas resonaban más fuerte 6 y las risas que pronto se comenzaban a manifestar le advertían a que apresurara el paso si es que quería seguir vivo, 5, ya no caminaba lento, ahora trataba de volver a un paso más acelerado 4 le faltaba un poco más, 3 solo un poco más y lograría vivir otro día, 2 o más bien otra tarde...1.Pero justo cuando la esperanza había rosado su mente un golpe recibió su espalda haciendo que cayera una vez más, no bastaron los segundos para después sentir que las patadas llovían arriba suyo, no escuchaba sus llantos, solo las risas de aquellos demonios y la precipitada lluvia que desde hacía un tiempo lo rodeaba.-¿Creías que ibas a escapar tan fácil princesita?.- esa era la voz de Ryu, sonriente e impaciente de dar una patada aun más fuerte que las anteriores, pero justo cuando lo iba hacer, Souichi tomo si pie y lo mordió haciendo por defecto que todos sus amiguitos se detuvieran una vez más recogió sus cosas con torpeza antes de que reaccionaran, pero ya era demasiado tarde, Souichi había cruzado con éxito la puerta de su casa.-Rayos...larguémonos de aquí.-Grito Ryu.-Te vemos mañana Marica, de esta ya no te salvas.Souichi espero paciente a que se fueran, miró por la ventana y una ves que diviso que los niños se habían ido, pudo respirar tranquilo. Se tumbó en el suelo y respiro agitado exhalaba con pesades y inhalaba con dificultada, el dolor en el abdomen era ardiente y le llenaba de un pequeño picar, la piel revuelta en heridas menores y sin "gravedad" le palpitaban debajo de los órganos dañados incluso la hemorragia de su nariz y de su frente le ardían a mares. Tenía que calmarse, tenía que levantarse antes de que su padre regresara con la pequeña Kanako y con su adorado hermanito Tomoe.Se levanto pasado unos segundos, recogió sus cosas que había botado tras abrir la puerta y cogió un poco de papel de la cocina y tan rápido como ordeno se dirigió a su habitación, una vez adentro se miro en el espejo, el raspón se podía ocultar diciéndole a su padre que se había tropezado en clase de deportes, pero el moretón que tenía en la muñeca cuando Ryu le agarrado de ellas para evitar que escapara la primera vez sería difícil, ni el que se encontraba debajo del ojo sutilmente, ni sus labios cuarteados y un poco sangrantes le serían fácil de ocultar, sus demás moretones que recorrían su piel en distintos lugares los podía ocultar fácilmente a pesar de ser demasiados, ese era una razón por la que le gustaba la ropa larga.
Se limpió la tierra del rostro y del cabello, cambio sus gafas por unas de repuesto y escucho la llegada de su padre bajo a recibirlo.
-Estoy en casa.- Su padre Souji Tatsumi era un hombre muy ocupado que antes de que muriese su mujer viajaba mucho, seguramente se hubiese largado de no ser por que su hermano Tomoe y Kanako aún eran unos bebes, ella 2 Tomoe 5 y el apunto de cumplir los 12, el pobre hombre tenía que hacerse cargo de sus hijos que aún lo necesitaban.
El hombre era un científico y la tarea de ser padre le agotaba tanto como en sus investigaciones, pero sobre todo lo que quizás era lo más agotador en su tarea como padre era ser sobre protector, cuando murió su esposa y con el problema de Souichi, todo se había desmoronado con una creciente inseguridad. Él no hacía menos a su hijo, y hasta cierto punto aceptaba aquella fase de su hijo, a veces rezando para que solo fuese eso, una fase, pero con el tiempo comenzó a dejar de tomarle importancia, pues de todos modos no era en realidad un problema ¿No es así?.
-Bienvenido padre.-Dijo Souichi arrastrando los pies mientras tomaba de la mano a Tomoe y lo dirigía a la cocina.-¿Cómo le fue?.
-Bien-contesto alegre el hombre, él siempre era alegre.-Compre algo para ti, te lo mostrare después de acostar a Kanako en su cuna. ¿Me puedes ayudar con Tomoe también?, parece que se esta muriendo de sueño, que bueno que mañana no hay clases para él.
-Claro.-Dijo con desánimos y llevando arriba a su hermano, parece que su padre no noto su frente raspada ni el leve moretón debajo de su parpado, Souichi suspiro con alivio.
Tomoe nunca le dio trabajo para que se fuese a dormir, así que con suerte ese día no fue la excepción, había cerrado la puerta cuando al cruzar el pasillo se encontró con la mirada acusadora de su padre, se tambaleo un poco pero trato de mantener firme su mirada y así con éxito hacer que su padre ablandase su mirada.
-¿Qué te paso en la cara?.-pregunto con tono autoritario y a la vez preocupado.
-Me he caído en la clase de deportes, me lanzaron una pelota muy rápido y tropecé, creo que no me lo esperaba, no es nada.-Dijo sin titubar, hacía mucho tiempo que las mentiras se le facilitaban.-No hay de que preocuparse viejo.
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