Estaba ahí, alrededor de un bosque esplendido, años atrás solo veía un montón de árboles sin sentido no entendía porque razón muchos se aventuraban en él, acaso no les gustaba estar en la cuidad, en el pueblo, en la villa, era muchos los que atravesaban aquellos majestuosos árboles, algunos por necesidad de buscar que comer, otros para huir o esconderse, otros para llegar a otros lugares y muy pocos a los que él consideraba locos que solo iban a platicar al bosque, la tranquilidad de ese lugar daba muchas oportunidades para reflexionar, para encontrar el camino, para relajarse, el no entendía como eso podía ser posible en un lugar como ese, era lo que pensaba cuando era niño…Hoy cada semana sin falta salía temprano de su casa para aventurarse en él, se había convertido en parte de su rutina, pasaba todo el día ahí, no es porque se escondiera de algo, no era porque quisiera huir de su situación, no, no era nada de eso, él llegaba para reflexionar, para calmar su agitado corazón.Ya era casi media tarde el descansaba ahí en medio de un claro en ese majestuoso y esplendido bosque, sobre la hierba ya tanto tiempo haciendo lo mismo que ya se había acostumbrado a aquella por lo que ya no sentía comezón alguna por el contacto con ella. Lentamente se levantaba a para sentarse aun sin abrir sus ojos, estirando sus músculos por tenerlos sin movimiento alguno por mucho tiempo.Es momento de regresar a casa… casa mmmm ahora puedo decir que ese lugar es mi hogar, es sorprendente que aun llevando toda mi vida ahí, hasta hace poco lo llame realmente MI HOGAR. Debo de apurarme o esa persona en verdad se preocupara jajajaja- a su mente llego aquella cara de preocupación, aun no lograba entender como su vida había tomado este rumbo, si alguien alguna vez le hubiera dicho que terminaría así simplemente le hubiera tachado de loco, el cómo era en todo su magnífica presencia atravesando su vida actual, era algo que nadie en este mundo hubiera llegado a creer, no, no siendo como él era años atrás.Caminaba buscando la salida de aquel lugar, sabía que hoy se había adentrado más de lo acostumbrado al bosque, pero extrañamente por más que se adentrara en él, siempre encontraba el camino para salir, eso no era de su preocupación, admiraba cada pequeño detalle al su alrededor, su cambio de vida le había permitido que se volviera más observador, miraba hasta el detalle más mínimo para así poder encontrar el encanto de las cosas, llego verdaderamente a apreciar todo lo que lo rodea.Oh que tenemos aquí en verdad que ya tienes manzanas, creo que esta noche tendremos conejitos de manzanas… definitivamente se emocionara mucho por las manzanas- Con destreza subió al árbol para poder cortar algunas manzanas, cada vez que salía llevaba algo con él, ya sea frutas o plantas medicinales, en una ocasión se dio el lujo de llevar pescado, por lo que siempre cargaba consigo una pequeña bolsa para cargar lo que sea que llevara.Amigo mío, mil gracias por las manzanas- Agradecía a la naturaleza sus frutos, aprendió a hacerlo, estaba feliz por hacerlo. Quien iba a imaginar que aquí me sentiría tan bien, mmmm cuando era pequeño no creía en el destino, no creía que todos tenemos un propósito, no creía que existieran personas predestinadas a encontrarse, no creía en nada, no me importaba nada, es irónico como la vida te golpea tan fuerte que caes, caes y caes, tan pero tan abajo, no, no al suelo, sino que aun agujero, aun agujero muy profundo del cual solo vez oscuridad, solo eso, algunos dicen que siempre hay una pequeña luz, muchos en su afán de salir no la ven aun teniéndola enfrente, hasta mucho tiempo después logran salir de ahí, pero yo, yo no vi esa luz, yo estaba sumergido en la oscuridad, no tenía intenciones de salir, no era mi prioridad, no es que me sintiera bien ahí, es solo que… para que iba a salir mi vida estaba planeada desde antes que yo naciera, entonces para que aferrarse a la nada, no, no valía la pena para mí, tenía si y solo si aceptar lo que el "destino" tenía para mí, en ningún momento recriminaba a mis padres, la dureza de ellos solo se debió a su posición, lo entiendo muy bien fue el hecho de donde nací, pero yo amo a mis padres, así que la verdad no me molesto haber nacido ahí. Recuerdo tantas cosas de mi niñez, muchas gratas, otras tristes, la verdad es que tuve una vida muy acomodada, no me falto nada, nada a excepción de una sola cosa, no sabía que era, no lo supe hasta que por fin el destino comenzó a mostrarme lo que me faltaba… amor. ¿Amor a qué? No sé, a la vida, a lo que fuera… no sabía que era el amor, no tenía en algún momento planeado sentirlo. Recuerdo que a los 10 años ella, una niña que me parecía hermosa, me dijo que tenía una profecía para mí. Reí en mis adentros ya estoy grande para cosas de niños, ella dijo:—la profecía dice que encontraras el amor en el momento menos indicado, en la situación menos pensada y de la persona menos esperada, así que una vez lo encuentres se feliz, se feliz desde el fondo de tu corazón se feliz. —Recuerdo haber reído como loco ante esas palabras, era demasiado absurdo, era una completa locura. ¿Qué si la profecía se hizo realidad?… bueno no sé si era la profecía o el destino, pero lo hizo. Nada fue color de rosa, nada fue solo alegría, nadie me dijo que sería fácil, todos aquellos que en verdad han amado algo han llorado hasta sangre, escuchaba como todos aquellos que ya tenían doncella, se jactaban de como la habían conquistado, como habían hasta peleado por su amor, todo para que ellas los escogieran, yo estaba apartado de todo eso, a mí, a mí se me asignaría contra mi voluntad a una doncella, obviamente no iba a ser feliz, recuerdo que mi madre me dijo:—quizás con el tiempo la ames, pero… —dijo ella: —quien sabe lo que la diosa del destino tiene para ti… —No le tome importancia a tales palabras, quizás no supe que era lo que trataba de decirme.Aun trato de recordar en que momento mi vida "pacifica" hasta cierto punto se volvió caótica, creo que fue con el tiempo. Dicen que las personas cambian, alguien me dijo una vez que eso era mentira, que las personas no cambian, ellas solo crean una fachada que sirve de escudo, pero ¿para qué? para defenderse, para no volver a pasar por otro sufrimiento o simplemente porque no tienen la debida confianza en las personas y mostrar su verdadero ser. Aun no logro entender eso… ¿yo cambie? sí, mi yo de niño es muy distinto a mi yo de joven y es muy distinto a mi yo actual, no, aun no me considero un adulto no creo que tenga la madurez para sentirme así pero ¿por qué? Porque mi esencia es la misma de cuando era pequeño. Pero entonces ¿en qué cambie? La respuesta es sencilla ahora todo lo veo desde otro punto de vista. Tal vez nunca me considere un adulto, quizás ante los ojos de otros lo soy, pero ante los míos no. Cree una máscara, no para protegerme, solo fue porque no quería contacto con nadie, desconfiaba de todos y a la vez de nadie, siempre me vi rodeado de personas, tenía si y solo si depender de ellas, por lo que debía de confiar.
Estaba ahí caminando, aproximándose a la salida, su cabeza llena de pensamientos, reflexionando, su andar era automático, era como si sus pies conocieran el camino correcto para salir, era como si el bosque le abriera un camino libre para que él no se preocupara en ir pendiente de donde pisar. El bosque gustoso gozaba de la presencia de él, anhelaba todos los días que el regresara pronto a visitarlo, pero ¿por qué? Él era callado, él no abusaba de sus frutos, él no robaba, él llegaba ahí para pensar, para dormir, para hacerle preguntas que el gustosamente contestaría, pero ¿cómo el bosque le contestaría? el viento le ayudaba, una suave brisa para decirle que todo estaba bien, arboles bailando al compás del viento para hacerle sentir que ellos estaban ahí, a su lado, que en el bosque no estaba solo, coros de pájaros cantando a su alrededor para verle sonreír. Definitivamente todo aquello gozaba de su presencia.
Desde cuando comencé a adentrarme al bosque… la primera vez que entre, me aterrorice, escaba de algo, quería huir, quería perderme, el dolor era demasiado grande, quería… morir.
Mi padre me encontró al siguiente día, había pasado la noche en la raíces de un árbol, estaba ahí acostado muerto en miedo, mi padre me cargo entre sus brazos y puso mi cara junto a su pecho y me susurro al oído:
—mi niño, todo estará bien la diosa del destino nos sonreirá, ya lo veras… —
Sus palabras me controlaron, caí dormido y exhausto en sus brazos. Recuerdo que desde entonces solo veía al bosque, cada vez que teníamos que ir a algún lugar trataba de no ver alrededor, mis ojos siempre estuvieron viendo hacia adelante, viendo el camino, el bosque dejo una marca de miedo en mí, su gran soberanía, su gran extensión me aterraba. El bosque no es tu enemigo era las palabras que me decían las personas que me rodeaban, el bosque si eres bueno con él, el bosque te cuida, cree en la magia decían cree… existe, el bosque es mágico. ¿Qué si creí en la magia en ese momento? No, no lo hice, lo creí muy infantil, pero ahora creo en la magia, es irónico como sucedió, pero sucedió. El transcurso de mi vida se llenó de puras ironías. Casi voy saliendo del bosque, es extraño que ahora sea como mi mejor amigo, cada semana vengo gustoso aquí, la verdad es que me gusta. El bosque cuida de mi como yo cuido de él, ambos tan iguales y la misma vez tan distintos, callados, serenos en momento mostramos nuestra furia, tan iguales y la misma vez tan distintos. Logro ahora poder ver el claro de la salida, ahí está el árbol que siempre toco cada vez que entro y salgo, es como si le saludara, como a una persona que tienes por educación hacerlo, pero para mí es muy grato hacerlo. Ahí está esa vista que solo desde aquí se tiene, arriba en esta media colina puedo ver mi hogar, las casas de los demás que viven aquí, su gran extensión, gente en la calle, niños jugando, el cielo tan majestuoso como solo él podía ser, el sol
đang được dịch, vui lòng đợi..